Entrevista: José Pizarro sobre “Después”

josé pizarro- foto rodrigo fierro

(Foto: Rodrigo Fierro)

José Pizarro presenta Después el miércoles 16 de diciembre en Documenta/ Escénicas (Lima 364). El libro despliega diferentes maneras de representar la experiencia del amor y lo hace reuniendo palabras y dibujos que indagan en modos de escribir. En su interacción construyen la trama de un diálogo que deviene en polifonía, en formas de nombrar que se multiplican, tal como explica el texto de contratapa del libro.

A continuación, una entrevista con el autor.

-¿Cómo relacionás en tus procesos de producción de obra la poesía y los dibujos? ¿Qué surge primero?

Mi obra, que ya se manifiesta desde su naturaleza, no parte de lo técnico, no considera a lo material como un fin primero. Son las ideas las que marcan el tiempo, el ritmo de los lenguajes. La escritura, lo material de la palabra, siempre estuvo en mi trabajo a lo largo de los años, apareció como definición, como poesía, en su estado concreto de forma e imagen, como mapa o narración. La palabra impresa o pintada en el contexto de los catálogos (como espacio expansivo de las ideas contenidas en los objetos).
En este sentido la poesía y los dibujos son pensados (en el caso particular del libro) como partes de una idea de escritura. Surgen en paralelo, casi al mismo tiempo. Ambos (poesía y dibujos) conforman una nueva forma narrativa que los junta –por momentos- o los separa según los climas que aparecen en el libro. Lo que importa de esta relación son las formas sensibles de la experiencia de lo humano a través de la calidad de los lenguajes, y su poliforma manera de nombrar.

-¿Cómo fue el proceso de gestación de Después?

Hace varios años que vengo pensando en un libro, aunque el formato publicación ya lo había usado varias veces en años anteriores de alguna u otra forma. Pero la idea de libro es diferente, me puse un desafío estimulante, en el espacio natural de la literatura. Pero llegué a este ámbito buscando algunos forzamientos (inclusive en un principio no tenía decisión de poner imagen alguna), buscar un límite, una erótica que pudiera mantenerme atento. Y devolver, primero mí mismo, alguna respuesta sensible a mi trabajo de años. El paso definitivo fue encontrar a Documenta, a Gabriela, que pudo entender e interpretar la propuesta. No hubiera podido llevar adelante este libro en otra editorial.
Tenía un grupo grande de apuntes que sirven ahora como base del libro (“Después”), poemas escritos en los últimos tres años. Y se suma a esto otros de este año (“Transparencia”). Este último es un grupo muy importante, que representa ampliamente mi voz actual, más profunda y serena, de una escritura algo más austera y minimalista.
Mientras que en “Después” se describe la fuente de la experiencia en su estado de pérdida, algo nostálgica, de estructura algo más musical y cruda, de sentidos pesimistas; en “Transparencia” se enuncia la condición frágil y vital del amor, desde lo precario, desde un pensamiento presente, condicionado y a la vez último. La experiencia del amor, lo femenino, el placer como un sitio en línea paralela a lo real. La fuerza de la experiencia frente lo idealizado, a lo prohibido, a lo secreto.

-¿Por qué un libro como soporte de obra?

¿Y por qué no? Mis ideas –en este sentido pienso en el arte- pueden alojarse en cualquier lugar, y venir desde cualquier destino. Porque creo en el libro como espacio de contenidos (nada nuevo). Soy un lector entusiasta, en cierta forma vivo lo real desde una experiencia del nombrar, también desde el libro.
Por otro lado, los libros han formado parte material, objetual de mi obra (en instalaciones y vitrinas, objetos), en especial en dos muestras: (Oulgrieec, 2002 y Fantasma per se, 2009) y en Tapas de libros apócrifos en “La Ilustración” (como un libro)” (2015, Sassetta).

-¿Qué reflexión podés hacer sobre la idea de publicación?
Después es un libro de poesía, de narrativa poética, escritural. Me interesa su capacidad de llegar a muchas personas, de establecer contacto y diálogos. El libro es un espacio de exhibición itinerante muy amplia. Esto surge de cierto inconformismo, descontento que tengo con el ámbito -algo limitado y maniqueo- de las artes visuales. Una estructura en crisis que tiene que reformularse, de la misma manera que la idea de autor y lo relacionado con el mercado del arte.

Narciso no es el reflejo III-Pizarro baja