DEL PERFORMANCE A LA PÁGINA

Editado por Gabriela Halac, ‘Espacios revelados’ lleva al papel las prácticas artísticas del encuentro Changing Places Guadalajara

CARLOS PRIEGO | martes, 13 de abril de 2021| La Tempestad

Una cuestión fundamental del libro objeto es la combinación de distintos lenguajes y sistemas de comunicación. En las obras realizadas por artistas visuales esta combinación es aún más preponderante. ¿Cómo hacer un libro sobre una exposición sin caer en el inventario de piezas exhibidas o en el folleto que brinda información sobre las colecciones mostradas? La ejecución no es sencilla. Quizás esta variedad de libro –la que tiene un propósito claro, como un soporte más para el artista– es la que más precisión exige y la que mayor grado de dificultad tiene en la elección de sus características.

Dispuestos así los obstáculos, el libro objeto –un medio con posibilidades muy amplias– parece la forma más acertada de superarlos. A través del lenguaje escrito y pictográfico permite avanzar y retroceder, desplegar las páginas y leer un discurso plástico en secuencias espaciotemporales. Al unir pintura y poesía, procedimientos innovadores y edición tradicional, es una forma de conversación con los artistas.

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La editorial DocumentA/Escénicas incorporó a su catálogo un nuevo título, Espacios revelados: prácticas artísticas en territorio. El libro se formó a partir de las conversaciones con los artistas, investigadores y curadores que participaron en el encuentro Espacios Revelados / Changing Places Guadalajara. La publicación podría considerarse emblemática, pues documenta de manera extraordinaria el trabajo de recolección de objetos, imágenes, relatos y demás materiales que sirven a los artistas para reflexionar y desarrollar sus piezas.

A la manera de un cuaderno o bitácora de trabajo, útil no sólo para categorizar o almacenar lo que sirve a la producción de obra, Espacios revelados es un lugar para desarrollar ideas, experimentar y descubrir a través de un diálogo interno que se materializa en las páginas del libro. Los temas de esta breve antología –no rebasa las 130 páginas– conforman un intento de ensayo que aspira a ser un complemento de Changing Places Guadalajara.

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La lectura de Espacios revelados es una experiencia distinta de cualquier otra. Se debe estar atento a los diversos mecanismos narrativos que lo constituyen, no sólo al nivel del texto sino en su interdependencia con las imágenes encartadas. En la combinación de lenguajes y sistemas está el lector, al menos el de sentido lúdico y participativo frente a las obras, que aquí puede ver, tocar, oler, manipular o sentir. Los artistas emplean todas las técnicas, del óleo a la holografía, de la acuarela a la infografía, del aguafuerte a la electrografía…

El carácter interdisciplinario permite a Espacios revelados constituirse como un campo de experimentación plástica. En la segunda parte del libro, en el “Breve glosario de prácticas en territorio”, veinticinco invitados tuvieron la libertad de elegir y definir una palabra que los vinculara con su experiencia en las prácticas artísticas. Motivo de otro texto es la pregunta ¿cómo son exactamente nuestras ruinas? Para ofrecer una respuesta, el antropólogo Rodrigo Parrini propone un diálogo sobre la modernidad, sus arqueologías, sus fallos, los procesos sociales que rodean a los proyectos artísticos. Espacios revelados cierra con una conversación entre Gabriela Halac, editora del libro, y Joachim Gerstmeier, curador de la exposición Espacios revelados en Chile, acerca de la posibilidad de reflexionar sobre el arte.

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En cuanto al género, cada texto es distinto. La disposición de las partes es acertada porque, en conjunto, dan forma a una obra divulgativa exenta de bostezos, que logra tender una relación cercana entre obra y lector. A medio camino entre memoria y entrevista, los argumentos se apoyan en la meditación y las impresiones personales. Las secciones reflejan la impresión del artista sobre el mundo que lo rodea.

En términos generales, la estructura de Espacios revelados es muy semejante a la de un ensayo, puesto que consta de sus tres partes: la introducción donde se precisa el tema (primera parte), el desarrollo del tema (glosario de términos) y, por último, la conclusión que anuncia el final de la reflexión (tercera parte). Como sucede con todo libro objeto, en la construcción de Espacios revelados la intervención de los artistas juega con la disposición de los elementos e incluye nuevos materiales para su creación.

Al curar esta antología, Gabriela Halac ha logrado experimentar con el lenguaje y los sistemas de comunicación para acercarse a nuevos e insospechados lectores.

Gabriela Halac, ed., Espacios revelados. Prácticas artísticas en territorio, DocumentA/Escénicas, Córdoba (Argentina), 2020