Un libro de Rodrigo García
En Evel Knievel contra Macbeth… la epopeya transcurre en escasos 150 metros: la distancia que separa dos puestos de acarajé, el de Dinha y el de Cira, en el barrio de Río Vermelho en Salvador de Bahía. Orson Welles, disfrazado de Macbeth, se ha hecho con el control de la región y ha reinstaurado la esclavitud. Ultramán, superhéroe de 40 metros de altura, y Naronga —enemigos desde los sesenta y ahora por primera vez luchando juntos—, se unen al popular motociclista Evel Knievel y a los Titanes en el Ring para liberar al pueblo bahiano de la tiranía de Macbeth-Welles. Trifulca, rayos, navajazos, la doble Nelson, patadas voladoras, verso blanco, pentámetros yámbicos, tetrámetros y pareados octosílabos, prosa, aceite hirviendo… ¿Qué va pasar con todo esto?
Rodrigo García propone en sus diferentes proyectos un lenguaje artístico eminentemente personal que crea a la medida de sus textos, referencias plásticas, cinematográficas o pictóricas cruzadas, y a trabajos de video o música original. De esta forma, concibe intensas experiencias escénicas en las que el teatro, la danza, la música, la performance, el lenguaje televisivo y el audiovisual, crean, como apunta Bruno Tackels, un “escenario que se parece a una enorme picadora industrial de carne, de la que no se salva nada ni nadie”. Sin embargo, opera sobre esta escena, una mirada enternecida, una mirada de niño que descubre cómo realizar una maldad.
“A partir de este texto, a partir de este espectáculo, García se muestra con claridad como aquello que siempre fue y que muchos negaron o afirmaron de manera fanática (una otra forma de negar cuando la marea baja). Un creador insoslayable del teatro de occidente: un poeta inmenso que supo construir un laboratorio de imaginación social único en su especie.
Evel Knievel… celebra esa diferencia y coloca a Rodrigo García en el lugar de aquellos creadores que no tienen que agradar o desagradar a nadie más. Son. Y punto.”
Alejandro Tantanián
Sobre el autor:
Por primera vez, luego de su extensa trayectoria internacional, Rodrigo García, radicado en España desde 1986, estrena un espectáculo en coproducción con un teatro argentino. Sus creaciones se han presentado en África, Latinoamérica, Europa, Norteamérica y Asia. Autor y director, creador de sus propias escenografías, director del Centro Dramático Nacional de Montpellier (Francia).